Cuando se trata de ayudar, la gente se hace la ciega, sorda y muda, pero aun así no pierdo las esperanzas.
Doña Valentina espera la solidaridad
La hipocresía en las redes sociales a veces me asusta, pues en mi rol de influencer también opté por dar una mano a los que necesitan, y comprobamos que si es posible, pues le construimos una casa a Josías y entre otras cosas, a duras penas, pero si lo conseguimos.
Lo cierto es que, hace unos días llegó hasta mi medio de comunicación la historia de Valentina, una señora de 93 años que vive en San Antonio, la pobre ancianita necesita de un aire acondicionado, un concentrador de oxígeno y provistas, pues además de su delicado estado de salud, también tiene que aguantar lidiar con la pobreza extrema.
Sin embargo, al publicar su historia, la reproducción y los comentarios fueron casi nulos, pero al rato, publiqué la foto de la primera dama, Silvana Abdo repitiendo vestido y la gente invadió el Instagram del Churero como si fueran moscas sobre carne podrida.
Es impresionante como la sociedad puede ser tan egoísta y tan dañina, pues en lugar de ayudarnos los unos a los otros, buscamos como destruir al semejante, criticamos sin piedad, es como si gozáramos con ver al otro por el suelo y eso gente es triste.
A mí me duele, pero no pierdo la esperanza, pues si pudimos construir una casa para 24 personas, ayudar a doña Valentina será posible, así es que si hay gente que quiera sumarse y demostrar que no todo está perdido, pueden comunicarse conmigo.
Gracias totales.
Este contenido es de uso exclusivo de churero.com
Javascript not detected. Javascript required for this site to function. Please enable it in your browser settings and refresh this page.