Cada vez entiendo menos a nuestra justicia.
Por suerte la nena pudo escapar del tilingo
Un aberrante hecho como es abusar de un niño o niña inocente es un crimen que debería castigarse con todo el peso de la ley. Sin embargo, nuestra justicia cada vez más injusta, resolvió condenar a 2 años y dos meses de prisión a un depravado de nombre Antonio Rivarola, quien fue a juicio por abusar de una niña de tan solo 11 años.
El pervertido fue hallado culpable de haber manoseado a la niña en la ciudad de Asunción.
La denuncia formulada por la familia de la víctima señala que el 15 de mayo de 2017, la pequeña iba a una peluquería en donde estaba su madre, y al llegar al sitio fue interceptada por Rivarola quien la agarró y la manoseo.
Afortunadamente la niña pudo zafarse del sujeto y luego le comento sobre lo ocurrido a su abuela y a su tía, quienes formularon la denuncia ante la Policía Nacional, en forma inmediata.
El Tribunal presidido por el magistrado Víctor Medina analizó las pruebas producidas por el Ministerio Público y condenó a Rivarola a 2 años y dos meses de cárcel.
Pero el trauma que el hecho le provocó a esta nena ¿Quién restaura? ¿Será que bastan los dos años de prisión?
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